ADULTOS SIN MANUAL DE INSTRUCCIONES

Si sos un adulto con dificultades en tu organizacion, pero no por exceso de tareas sino por que sos capaz de hacer complejo lo mas sencillo, tal vez puedas encontrar algunas cosas utiles aqui.
Si sientes que un motor esta encendido sin poder silenciarlo, o que tu motivación se escurre y te aburres demasiado pronto... Si haces mil cosas pero pocas terminas...

Si las listas de tareas incompletas te superan, si quisieras tener un mes más en el año porque jamás llegas a tiempo, tal vez aqui te encuentres.
Si olvidas tus llaves, tus telefonos, tus compromisos, lo que te han dicho o ibas a decir....la cara del mozo, el nombre de la mujer de tu socio....estas en el horno si sos un adulto. Pero puede que tengas TDAH.
Si te sientes irresponsable, avergonzado, humillado y por sobre todo desconcertado porque por momentos tu funcionamiento parece exactamente igual que el del resto....
Tal vez aqui encuentres una pista. Si recuerdas el link...
Aquí estoy para a ayudarte a que lo recuerdes. Te espero en este espacio, para que entres, leas, comentes, compartas con otros y siempre regreses por mas!
Nos vemos
Norma Echavarria
Médica Psiquiatra

domingo, 20 de mayo de 2012

El cuento del Lobo


Crecer implica tomar mayores responsabilidades.
Pero hacernos cargo de ellas, para hacernos cargo de nosotros es mas complejo si uno carga a cuestas con este problema de disfunción ejecutiva.

 Comprometernos con alguien, prometer nuestra presencia, nuestro trabajo, nuestro aporte, sea cual sea y luego olvidarnos de que nos fue dicho, o siquiera haber acordado acciones, puede ser realmente un tropezón gigantesco para entrar en escena con otros.

Accionar siempre implica riesgos. Elegir implica la posibilidad de equivocarse.
Equivocarse tiene aroma a fracaso, no a aprendizaje, al menos cuando teniendo TDAH, uno asocia el aprender a un campo de batalla generador de ansiedad extrema.

En el caso de tener que convivir con el déficit atencional, accionar será probablemente un devenir impredecible.
O lo único predecible será que es impredecible.

Relacionarnos con otros, coordinar acciones, compartir tareas e intereses, es siempre el inicio de la vida social fuera de nuestra familia.
 Y en ella, mucho antes, compartimos con nuestros mas cercanos vínculos nuestra forma de ser tal como nos es presentada.
Son nuestras acciones, las que permiten que otros nos anticipen, nos conozcan, nos elijan, nos quieran.

Nuestra forma de relacionarnos, a través del lenguaje, verbal y no verbal por cierto, generará nuevos intercambios.
O tal vez en este caso no pueda.

Cuando un niño, se torna adolescente, y luego adulto, y carece de las habilidades sociales para relacionarse adecuadamente pasará probablemente mas tiempo aislado en su mundo sin intercambio ni amigos, ni salidas. De su trabajo a su casa, y en la casa esperando nuevamente el trabajo. Eso si llegan a emplearse...

Algunos, casi ni se darán cuenta, porque por exceso de inhibiciones preferirán estar solos.

Otros puede que insistan y choquen, ignorando que el estilo de invasión inadecuada, de impulsividad disruptiva, de interrupciones y caprichosos berrinches, será lo que los mantenga ajenos a los grupos sociales a los que tanto desean pertenecer.

Acciones claras, simples, permiten predecir nuestro comportamiento.
Acciones que generarán nuestro estilo, harán que según compatibilidades, otros seres puedan elegir por sentirse compatibles.
Cuando las acciones son inciertas, impredecibles, cambiantes, cuando por ausencia de registro aparecen como desinteresados, esos otros generan un rechazo que o se hace explícito o queda velado en la no elección directa.
Y así es como nos quedamos afuera.
Afuera del grupo que coordina, afuera del equipo deportivo, afuera de la salida de un sábado, afuera de la elección para vacaciones...

Aprendizaje cooperativo, solidaridad en el registro del otro, memorias de experiencias conjuntas, simple danza de diálogos compartidos.
Nuestro orden, nuestras pertenencias descuidadas, imágenes desdibujadas, a veces aspecto sucio, poco cuidado en la higiene, poco manejo de códigos sociales, poco registro del otro.

sábado, 12 de mayo de 2012

Verde Esperanza

Esperanza.
Esa fue la palabra que uso un joven sentado conmigo ayer en mi consultorio, alguien que solo dos semanas atrás se hundía en medio de la angustia devoradora de interiores.

Atravesado por una crisis de pánico, volvía a experimentar el oscuro callejón tan temido.

Miedos. Inseguridades. Fantasmas.
Toda una vida sintiendo una amenaza incierta.
Solo que esta vez el destino lo puso en otro sitio. Junto a una luz que lo iluminó diferente.

Cuantos terapeutas habrán tenido la oportunidad de escuchar sus relatos?
Acaso ninguno de ellos pudo conectarlos con el miedo a fracasar, con el miedo a ese enojo desmedido que tras algún olvido, pérdida, o examen reprobado, literalmente hacía polvo su autoestima?

O tal vez el relato de su temor a quedarse solo, habrá sido título de cientos de interpretaciones. 
Seguro nadie pensó en Ansiedad por separación, ni sobre ansiedad de la infancia. Ambos problemas biológicos muy comórbidos con nuestro querido Déficit de Atención...

Vulnerables, nacemos todos. Muchas veces las madres con ese sexto sentido, pero sin las distinciones médicas del caso, intuimos que tenemos algunos cachorros diferentes. Algunos que requieren mayor contención y ayuda, o por mas tiempo.
Sin el andamiaje provisto por las madres, miles de chicos colapsan antes, que aquellos que mantienen el soporte activo. 
A veces porque las madres trabajamos todo el día, llegamos a nuestras casas demasiado tarde para explicarles la regla de tres simple, o calmar su ansiedad frente a una prueba.
Porque después de varias horas invertidas en la tarea escolar, sus mentes parecen no poder armar ni siquiera una simple oración de todo lo leído.
A veces porque las madres ya no vivimos junto a ellos, quedan a la merced de su desorden que va consumiendo toda su energía.

Brote de Actividad

Hay brotes de soja.
Brotes de alfalfa.
Ambos buenos para una ensalada
Patatas brotadas. ( no las coman que traen solenismo....una intoxicación alimentaria.)

Brotes episódicos de actividad....alguna vez escucharon?
Bueno, pues la genialidad creativa de una víctima de este cuadro descripto recientemente, hizo que esta forma de presentación quedase clasificada dentro de la categorización adediana.

Pues si, parece que alguien escuchó de algún otro, que en pleno período de rehabilitación farmacológica...(eso es mientras balancea químicamente sus conexiones sinápticas) hubo un sujeto que experimentó serios brotes de actividad sin aviso.

Digo serios porque si bien todos nos ponemos en funcionamiento a diario, cuando alguien vive con pocas pilas, baja energía, motivación en descenso, con serios problemas para poner un pie delante del otro en forma consecutiva, sincronizando un fenómeno de marcha....en esos casos el presentar un brote de actividad suele ser casi un fenómeno circense.
Imaginan Uds. el impacto ambiental, y el shock en esos otros cercanos, que empujan o remolcan a diario, a estos tranquilísimos personajes? Perplejos y enmudecidos, reaccionan paradójicamente los pobres.

 Sin ningún aviso, sin ninguna preparación regresan a sus casas y descubren que han sido invadidos por un brote de actividad convulsivo!
 Dios me libre y me guarde diría mi abuelita.
Ave María Purísima! diría mi tía María.

Una persona que acciona desde su mente, vive algo así como una vida en realidad virtual.
Todo sucede en el escenario del pensamiento, puede aún cansarse al imaginarse en movimiento, pero nunca se mueve del sillón que está ubicado frente al televisor, queda anclado a alguna silla, o enraizado a la cama, o en posiciones como de alerce petrificado...

Cansado se levanta, y si lo logra, le tomará unas cuantas horas de sueño intermitente...Sigue un tiempo en slow motion, cámara lenta, pensamiento circular, bostezos, desgano y mas sueño...
Aún a unas horas después de ponerse de pie, queda expuesto a la inercia de una energía de combustión lenta.

martes, 8 de mayo de 2012

Quien apagó la luz?

Tener ganas de hacer cosas, puede no ser realmente un problema.

En realidad muchas ideas, proyectos y las consiguientes ganas de hacerlos posibles, se hacen presentes casi en forma continua, para personas con y sin TDAH,
No saber que deseamos hacer, o no poder identificar lo que nos gusta, puede que sea un obstáculo mas grande.
A veces el problema es que jamás nos preguntamos si lo que hacemos nos gusta.
Simplemente lo hacemos.
Ignorando o pasando por alto la elección como oportunidad personal.
Sabiendo que deseamos, o no, difícilmente evitemos el HACER.
Si empezamos entusiasmados, como suelen ser habitualmente los inicios...el gran tema es cuando con o sin registro de causalidad, la motivación desaparece, sin aviso previo.
Como si alguien de repente apagara la luz, invitándonos a irnos.
Y zas!
Una vez que se apaga, prenderla puede requerir de la energía de toda una central atómica. Y aún así puede que no se recupere.
Y quedamos a oscuras.


Literalmente sin nada de energías perteneciente al entusiasmo con el que iniciamos el mencionado proyecto.
Y así entrar en sinusoides de motivación/desmotivación, puede tornarse una danza que nos deje atrapados en una insatisfacción sin motivo identificable.
El Déficit de Atención, en realidad debería cambiar su nombre.
Debería llamarse Déficit de Intención, como bien lo dice el Dr Russell Barkley. Gran estudioso de este problema y gran maestro.
Porque la oscilación de la motivación, la desaparición de nuestra energía intencional, es lo que nos deja varados y a la deriva como tanteando la salida a oscuras.
Y la Intención, marca las ganas.
Y la motivación, las ganas y la voluntad, dependen del circuito de la dopamina.
Imaginarse que una persona con TDAH pueda compensar la disfunción de un circuito con voluntad y esfuerzo ,entonces no sería casi un absurdo?

Como encender la luz que se apaga sola sin nuestro consentimiento? Como volver a ver cuando perdemos la brújula?
No sería entonces bastante ridículo, aceptar cuando nos piden que pongamos mas GANAS?
Piensen bien.
Vale la pena. El TDAH debería cambiar su nombre....no?

martes, 1 de mayo de 2012

Inteligencia camuflada


Es poco inteligente vivir nuestra vida como los demás desean, es poco inteligente quejarse y mantenerse parado en la misma baldosa, como si quejarse nos sacara por arte de magia.

Es poco inteligente callar nuestros deseos, con la ilusión de evitar conflictos, que de hecho luego por haber callado se tornarán mas grandes de lo que hubiesen sido.





Es poco inteligente, vivir una vida que nos aburre, que nos deja a diario como sobrevivientes, solo abastecidos del mínimo, sin oportunidad de desplegar todas nuestras capacidades.

Es poco inteligente, dejar que nuestras emociones nos gobiernen, llevando nuestra vida adentro de un carro de montaña rusa.

De estas desinteligencias quisiera ocuparme, porque son las que podrían ser modificables, para dejar de convivir con la idea de ser menos capaces, menos inteligentes y animarnos a vivir como tenemos derecho!

Tener Déficit de Atención y no saberlo siendo adultos es algo mas que posible cuando alguien siente que crónicamente arrastra una falla sabiendo que tiene inteligencia para tener éxito. Sólo que la inteligencia queda camuflada detrás de las disfunciones ejecutivas características de este trastorno.

Solo un 20% de las personas con Deficit de Atención reciben diagnóstico siendo adultos. De ellas reciben tratamiento muy pocos. Muchos, muchos abandonan aún sabiendo que lo presentan...
Pero el mito urbano dice que es mentira, el mito dice que a todos nos pasan estas cosas, el mito dice que la Industria hace dinero, es cierto, pero este problema es de hace un par de siglos atrás..
Sigo entonces..

Es poco inteligente aceptar trabajos por debajo de la capacidad que tenemos,tan sólo por no conocer que las dificultades que llevan a semejante renuncia, tienen nombre y tratamiento.
Muchas veces si los estudios secundarios, terciarios o universitarios no fueron completados, o faltan sólo materias, o el mismo trámite del título, o sólo logramos capacitaciones sin valor consensuado laboralmente, será mas difícil acceder a puestos de mayor jerarquía.

Es poco inteligente quedarse viviendo una vida llena de discusiones, reproches, críticas, humillaciones, peleas, desamor, y conflicto permanente. Sólo por que tememos no saber como abastecernos económicamente, o no estamos seguro de poder mantener un trabajo en forma estable, o no nos creemos capaces de ser elegidos para una buena oportunidad laboral, preferimos a la incomodidad de estar a salvo.